El proyecto consistió en una remodelación de todo el espacio de una recámara principal que tenía acceso a un jardín. Para ello, se desarrollaron diversas propuestas de acabados y mobiliario, lo cual dio como resultado un espacio con cierto carácter minimalista, pero manteniendo contraposiciones en sus acabados, como el contraste de la frialdad de los tonos azules del muro  central donde se colocó la TV y el mobiliario en general,  con  la calidez del piso de duela de madera. Otro aspecto, es que siempre se privilegió que el espacio pudiera tener muy buena iluminación natural, por ello se dejaron el resto de los muros y el techo en un color blanco, sólo en el caso de la cabecera de la cama se optó por colocar un doble muro de mármol negro que enmarcara el espacio y a su vez ofrece una luz decorativa e indirecta a lo largo de su perímetro. En el caso de la cancelería, se colocó cristal laminado con manguete oculto, de modo que sólo se pudiera apreciar el cristal. Finalmente, en el exterior, se optó por una terraza con deck de madera y una pérgola formada por polines de madera que permitieran un cierto grado de sombra a la terraza.